Las varillas de frente
2009-2010
¿Por qué estas y no otras? Pues porque creo que algo de mí aparece allí. Algo que todavía no se, pero que cobra esa forma y se repite en otras. Tal vez es el desgarrador intento por abrazar todo lo perdido, me vuelvo huérfano por un rato y añoro la infancia que tuve. Con cada casa acopio recuerdos que no me pertenecen, y los decreto míos. Será por eso que tras haber tomado una fotografía, huyo al doblar la esquina, como cualquier ladrón de flores, como cuando con mis amigos tocábamos el timbre de aquellas casas y corríamos para no ser aprendidos.
En ese breve acto de comunión, entre la casa y yo, se produce un extraño efecto temporal y mágico: la unión de los extremos. En una punta de mi vida: un niño que camina por las veredas de su pueblo. En la otra: un adulto que regresa. Y el disparo del obturador, la posibilidad en millones de fundir en uno dos momentos irreconciliables. Por allí paso alguna vez el niño que siendo ahora adulto, se detiene a observar.